Verifactu se aplaza a 2027, qué cambia realmente para pymes y autónomos
La implantación obligatoria de Verifactu, el nuevo sistema de facturación verificable de la Agencia Tributaria, vuelve a moverse en el calendario. Lo que hasta hace unas semanas estaba marcado en rojo para 2026, pasa ahora oficialmente a 2027, dando un año más de margen a empresas y profesionales para adaptar sus sistemas de facturación.
Hoy se ha publicado en el BOE dicho aplazamiento
¿Qué es Verifactu y por qué importa su aplazamiento?
Verifactu es el nombre con el que se conoce al Reglamento de los sistemas informáticos de facturación aprobado por el Real Decreto 1007/2023, que fija cómo deben funcionar los programas de facturación para garantizar registros íntegros, trazables e inalterables. Entre otras cosas, exige:
Generar registros de facturación que no puedan modificarse sin dejar huella.
Incluir un código QR y un identificador único en las facturas.
Permitir la remisión inmediata de datos a la Agencia Tributaria cuando el contribuyente decida usar el modo “Verifactu”.
Del calendario original a la nueva prórroga
El calendario de Verifactu ha cambiado varias veces:
Con el RD 1007/2023 y su posterior modificación (RD 254/2025), se fijó que:
Las sociedades tendrían que cumplir a partir del 1 de enero de 2026.
El resto de contribuyentes (principalmente autónomos y pequeñas empresas) tendrían de plazo hasta el 1 de julio de 2026.
El 2 de diciembre de 2025, el Consejo de Ministros aprueba un Real Decreto-ley que vuelve a aplazar la entrada en vigor de estos requisitos:
1 de enero de 2027 para empresas sujetas al Impuesto sobre Sociedades.
1 de julio de 2027 para autónomos, micropymes y resto de obligados.
3 de noviembre de 2025 publicado oficialmente su aplazamiento en el BOE: podéis ver el documento aquí.
El propio Ministerio de Hacienda confirma que se trata de un aplazamiento de un año sobre el calendario vigente, manteniendo el mismo esquema escalonado pero desplazando las fechas a 2027.
Motivos del aplazamiento de Verifactu
El retraso no es casual. Llega después de:
Presión de patronales y asociaciones de autónomos, que advertían de la dificultad de llegar a tiempo, sobre todo en pequeños negocios y sectores con menor digitalización.
Peticiones políticas, especialmente desde el ámbito empresarial catalán, canalizadas en la negociación parlamentaria con Junts, donde Verifactu se ha convertido en una de las medidas a suavizar dentro de un paquete más amplio.
En la práctica, Hacienda reconoce que una parte relevante del tejido empresarial no estaba preparada: estudios recientes estiman que solo una fracción de pymes y autónomos tenía ya el software adaptado o en fase avanzada de implantación.
Qué no cambia con el aplazamiento de Verifactu
Aunque el sistema Verifactu se retrasa, conviene tener algo claro: la obligación no desaparece, solo se pospone. Se mantiene:
El modelo técnico: requisitos de los sistemas informáticos, estructura de los registros de facturación y obligación de que el software garantice integridad, trazabilidad y legibilidad.
El esquema de sanciones:
Multas de hasta 150.000 € por ejercicio para proveedores de software que comercialicen programas que no cumplan.
Sanciones de hasta 50.000 € para quienes utilicen sistemas no adaptados.
Tampoco cambia el enfoque de fondo: la Agencia Tributaria mantiene su estrategia de avanzar hacia un control más digital y en tiempo casi real de la facturación.
¿Qué deberían hacer ahora las empresas y autónomos?
El aplazamiento de Verifactu hasta 2027 es un respiro, pero también una oportunidad para planificar sin prisas. Algunas recomendaciones prácticas.
Revisar el estado actual del software de facturación
Pregunta a tu proveedor si su solución está ya adaptada al Reglamento Verifactu o en proceso de certificación. Si trabajas con desarrollos propios, comprueba que el equipo técnico conoce el contenido del RD 1007/2023 y sus modificaciones.
Planificar la inversión tecnológica en 2026
Aprovecha 2026 para presupuestar la migración o actualización del sistema de facturación. Intenta alinear el cambio con otras mejoras (ERP, integración con TPV, gestión de stock, etc.) para no duplicar costes.
Formar al equipo administrativo y contable
El cambio no es solo técnico; afecta a la forma de emitir, corregir y anular facturas. Una mínima formación reducirá errores y nervios cuando se acerque 2027.
Coordinarse con la asesoría fiscal
Tu asesoría será clave para interpretar la norma, gestionar incidencias y revisar que los procesos internos encajan con Verifactu.